En el marco de la Octava reunión del Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe presentó su nuevo informe “América Latina y el Caribe y la Agenda 2030 a cinco años de la meta: ¿Cómo gestionar las transformaciones para acelerar el progreso? Octavo informe sobre el progreso y los desafíos regionales de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en América Latina y el Caribe”.
Este documento confirma lo que desde la sociedad civil venimos advirtiendo: la situación es alarmante. Faltando cinco años no solo no cumpliremos todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), sino que el porcentaje de las metas logradas es muy bajo y algunas están estancadas o en retroceso. Aquí les compartimos la lectura desde nuestra Iniciativa Regional Tierra y ODS.
Datos sobre el avance en América Latina y el Caribe de las metas de los ODS en los que trabajamos

Disponibilidad de datos
Como parte de la sociedad civil venimos alertando que la insuficiente generación y disponibilidad de datos que reflejen adecuadamente la situación dificulta la formulación de políticas públicas efectivas.
El informe de CEPAL indica que “a pesar de los esfuerzos realizados por la comunidad estadística internacional, regional y nacional, en 2024 todavía había 12 indicadores que no contaban con datos de ningún país de América Latina y el Caribe en el período de análisis 2015-2024”. Agrega que “para elaborar el semáforo de este año se ha podido acceder a un marco de indicadores de mayor alcance (…) La cantidad de indicadores incluidos en el ejercicio se amplió a 183, que representan el 66% de los definidos en el universo de análisis (179 indicadores en 2024). Este conjunto de indicadores permitió evaluar la posibilidad de alcanzar los umbrales para 2030 de 132 metas (el 78% del total de las 169 metas de la Agenda 2030)”. Los ODS en los que se evaluó la menor cantidad relativa de indicadores son el 5, 11 y 16.
Puntualmente, sobre las iniciativas para incrementar el acceso a la tierra por parte de las mujeres y las jóvenes “la falta de información y de catastros actualizados constituye una de las principales barreras para abordar este problema”.
Es necesario y urgente un esfuerzo conjunto para mejorar la recolección y el análisis de datos, garantizando que reflejen de manera precisa las condiciones y necesidades de todas las comunidades. También es fundamental que la sociedad civil sea parte de la generación de datos y del monitoreo de los ODS. Solo una base de datos sólida permitirá diseñar e implementar políticas públicas que promuevan un desarrollo inclusivo y sostenible.
Tierra y territorio
El principal objetivo de nuestra Iniciativa es lograr la gobernanza de la tierra por y con las personas a nivel regional. Ponemos atención a las necesidades de proteger los derechos de quienes viven en y de la tierra a través de la implementación de los ODS.
Sin derechos a la tierra, no se cumplirá la Agenda 2030, sin igualdad de género tampoco. Particularmente, las mujeres rurales desempeñan un papel fundamental en la seguridad alimentaria para todos. En relación a esto, destacamos los datos vinculados a tierra y territorio de este informe, que solo refieren a los vinculados al ODS 5.
Meta 5.a: Emprender reformas que otorguen a las mujeres igualdad de derechos a los recursos económicos, así como acceso a la propiedad y al control de la tierra y otros tipos de bienes, los servicios financieros, la herencia y los recursos naturales, de conformidad con las leyes nacionales: “Los resultados de los cuatro países (Guatemala, Haití, Honduras y Perú) sobre los que se dispone de datos acerca del indicador 5.a.1 del marco de indicadores mundiales, muestran que la población agrícola con derechos de propiedad o derechos seguros sobre tierras agrícolas es generalmente baja y presenta grandes diferencias por sexo”.

Indicador 5.a.2: Proporción de países cuyo ordenamiento jurídico (incluido el derecho consuetudinario) garantiza la igualdad de derechos de la mujer a la propiedad o el control de las tierras: “De acuerdo con los datos de 17 países (Belice, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Guyana, Haití, México, Nicaragua, Paraguay, Perú, República Dominicana, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Suriname y Uruguay) en 2022, los países de Centroamérica cumplían, en promedio, 4 de los 6 criterios que define la División de Estadística de las Naciones Unidas para medir el cumplimiento del indicador, mientras que, en América del Sur, solo se cumplían 3,8 de los 6 criterios”.
Sobre las iniciativas para incrementar el acceso a la tierra por parte de las mujeres y las jóvenes “en muchos contextos y países es necesario emprender procesos de reforma y creación de normas jurídicas sobre la propiedad, la inscripción de tierras, el derecho de familia y el derecho sucesorio, entre otros temas. En Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua y Venezuela han tenido lugar experiencias de incorporación de la igualdad de género en el acceso a la tierra gracias a la realización de cambios normativos e institucionales. Este tipo de iniciativas son todavía muy escasas, y los mecanismos para implementarlas pueden ser muy variados”.
Participación de la sociedad civil
“En un contexto marcado por las desigualdades persistentes, las brechas estructurales y una gobernanza en ocasiones limitada, las organizaciones de la sociedad civil han sido actores fundamentales en la promoción de un desarrollo inclusivo y sostenible, y han contribuido al fortalecimiento de algunas de las capacidades necesarias para gestionar las transformaciones pertinentes”, destaca el informe.
Refiere específicamente a 3 ámbitos claves de participación de las organizaciones de la sociedad civil (OSC):
- Visibilizar las demandas de los grupos más vulnerables.
- Elaborar informes alternativos que complementan los gubernamentales.
- Utilizar diversas plataformas para rendición de cuentas, movilización social y recopilación de datos en tiempo real, facilitando la detección de brechas.
El documento también menciona las principales demandas del Mecanismo de Participación de Sociedad Civil en la Agenda de Desarrollo Sostenible entre 2019 y 2024:
- Inclusión real de la sociedad civil en los procesos de diseño, implementación y seguimiento de las políticas públicas relacionadas con los ODS.
- Medidas que deberían adoptarse para combatir la violencia generalizada.
- Avanzar hacia modelos de desarrollo posextractivistas y priorizar las economías sostenibles.
- Priorizar la igualdad de género y la eliminación de las brechas.
- Gobernanza mundial más inclusiva y fin de las políticas de ajuste estructural.
- Garantizar el acceso universal a una educación inclusiva de calidad.
- Hacer frente a la crisis climática.
“Las organizaciones de la sociedad civil de América Latina y el Caribe son pilares esenciales para el seguimiento y la aceleración del avance hacia el logro de los ODS. Su capacidad de adaptación e innovación, así como su compromiso con el cambio social, las posiciona como actores clave para hacer frente a los desafíos mundiales y construir un futuro más equitativo y sostenible. Con el fin de maximizar su impacto, es fundamental garantizar su sostenibilidad, fomentar su inclusión en los procesos de toma de decisiones y reforzar sus capacidades. De esa manera, estas organizaciones continuarán siendo el motor de transformación”.
Los retos que plantea el informe para la región son difíciles de sortear: bajo crecimiento económico y del empleo, pobreza y desigualdad, crisis climática y debilidad institucional. Pero lejos de bajar los brazos y como Iniciativa parte de la sociedad civil en general y del Mecanismo en particular, seguimos adelante de manera incansable trabajando colectivamente. Resaltando la importancia de los derechos a la tierra para las comunidades y avanzando en acciones concretas para garantizarlos.
El informe ponen de relieve la importancia de la cooperación internacional, la movilización de recursos y la implementación de políticas coordinadas para alcanzar los Objetivos de la Agenda 2030. Tan solo quedan 5 años, es momento de acelerar las acciones e involucrar a las comunidades y organizaciones para tener resultados y mayor impacto.