La Iniciativa Regional Tierra y ODS participó de la Séptima Reunión del Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible. Compartimos nuestro análisis de lo que fue este evento fundamental para el intercambio entre diferentes sectores sobre el seguimiento y examen de la implementación de la Agenda 2030 en nuestra región.
El Foro ALC 2030, organizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), reúne anualmente a Gobiernos, organismos de las Naciones Unidas (ONU), bloques de integración regional y subregional, bancos de desarrollo, sociedad civil y sector académico y privado. Las conclusiones y recomendaciones que aquí se generan son presentadas en el Foro Político de Alto Nivel, en julio de este año.
Esta vez, desde el 15 al 18 de abril en Santiago de Chile, se debatieron los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 1 (Fin de la Pobreza), 2 (Hambre Cero) y 13 (Acción por el Clima). Quizás los más pertinentes debido al aumento de la pobreza y los efectos de la crisis climática en nuestra región, que afectan en mayor medida a las comunidades más vulneradas.
Daniela Savid, coordinadora de la Iniciativa, y Verónica Luna, co-facilitadora de la Iniciativa y presidenta de Fundación Plurales, estuvieron presentes y afirman que este Foro “sigue siendo el espacio por excelencia para hablar sobre la Agenda 2030 en América Latina”. Como balance general de lo que fue el evento, lo primero que expresan es preocupación por la trayectoria de muchos indicadores, “en particular de los ODS 1 y 2, donde es probable que ninguna Meta se alcance para el 2030”.
Tierra en agenda
Daniela y Verónica destacan que “a diferencia de años anteriores, el eje tierra y territorio ocupó un lugar importante, no solo en la agenda de eventos paralelos, sino también en las sesiones oficiales”. Así, cuando se trabajaron el ODS 1 y 2, se mencionó la importancia de la Agricultura Familiar y el acceso a la tierra para garantizarlos. Compartieron datos de LANDex, recogidos entre 2018 y 2021 para 13 países de América Latina y el Caribe, donde se ve que los temas en los que menos avances hay en la región son la toma de medidas contra el acaparamiento de tierras y el fortalecimiento de sistemas agrícolas a pequeña escala. Esto no es coincidencia, hay un marco jurídico poco desarrollado para la Agricultura Familiar y Campesina y una pobre implementación, mientras se privilegia la inversión a gran escala y la concentración de la tierra como commodity, más que como un sustento necesario para la alimentación de las personas.
También se mencionaron datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) sobre pobreza y desigualdad, que indican que América Latina es la región con la distribución de tierras más desigual de todo el planeta, con un Coeficiente de Gini de 0,79 (indicador que muestra que cuando más se acerca a 1, más desigualdad existe).
Además, al cierre del Foro de Países el tema volvió a ser incluido en la lectura de la Declaración Final del Mecanismo de Sociedad Civil: “Para garantizar el acceso a la seguridad alimentaria es necesario trabajar por el acceso a la tierra y al territorio y garantizar la protección de las personas que viven en y de la tierra”. En este mismo documento se incluyeron nuevamente los datos de LANDex, mencionados anteriormente. Recordemos que esa declaración se construye en el marco de la Reunión del Mecanismo de Participación de Sociedad Civil en la Agenda de Desarrollo Sostenible y en el Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible durante el primer día, donde estuvimos participando activamente.
Compartimos todas las intervenciones vinculadas a tierra y territorio.
“Nuestros datos son parte de nuestro poder”
Junto a la plataforma regional Mujer Rural y Derecho a la Tierra y el Observatorio de Territorios Étnicos y Campesinos (OTEC) de la Universidad Javeriana de Bogotá, organizamos el evento “Ecosistema de Datos Ciudadanos en el territorio y el medio ambiente: metodologías y experiencias de datos para el monitoreo del ODS 1, 2, 13, 16 y 17 de la agenda 2030”.
Participaron decenas de personas, incluido funcionarios de Brasil y México, personas técnicas de CEPAL y ONGs, jóvenes activistas de Derechos Humanos, universitarios y personas de organizaciones de base. Uno de los objetivos era difundir la necesidad de contar con datos ciudadanos y la capacidad que tiene la Sociedad Civil (SC) de recolectarlos y procesarlos. Personas que participaron del evento y aún no forman parte de procesos de recolección de datos, “se entusiasmaron con este mundo que a veces queda solo en manos de especialistas y áreas de estadísticas”.
Durante el evento híbrido, a través de la presentación de diversas experiencias de recolección de datos a nivel territorial por parte de grupos locales, mujeres rurales, juventudes, universidades y empresas, se exploraron las complejidades y se compartieron herramientas concretas. Como panelistas participaron Johana Herrera, investigadora del Observatorio de Territorios Étnicos y Campesinos de la Universidad Javeriana, Javier Surasky, director de investigación de CEPEI en Colombia, Rosario Garavito, directora ejecutiva de The Millennials Movement, y María José Guerra, parte del equipo de LANDex y oficial de programas de la International Land Coalition América Latina y el Caribe (ILC LAC).
“Fue interesante intercambiar diferentes metodologías llevadas adelante por diferentes grupos y sectores y de esta manera enriquecer el ecosistema de datos, que necesariamente debe incluir los datos ciudadanos”.
Sin sociedad civil no hay Foro
Lamentablemente, este Foro contó con menos participación que otros años, tanto de delegaciones oficiales como de otros sectores. “La participación de la Sociedad Civil sigue siendo clave y necesaria. Si bien la situación general de la región dificulta garantizar su plena participación, es necesario redoblar los esfuerzos para que en este y otros espacios, sus voces se sigan escuchando. Es importante recalcar que, en muchos casos, pone en agenda temas o situaciones que, de otra manera, no estarían mencionadas”.
Garantizan que se escuchen otras voces, todas las voces, y que se presenten otro tipo de propuestas y datos. “Con el fin de no dejar a nadie atrás, es necesario que se fortalezcan los mecanismos que ya hay en marcha y que aseguran la participación de sociedad civil, dotándolos de presupuesto y cupos”.
Argentina
Finalmente, es importante mencionar la actuación de Jorge Faurie, embajador argentino que representó a ese país en el Foro. “El gobierno de mi país se reserva el derecho de realizar observaciones sobre el documento, conclusiones, del 7° Foro que acaba de ser aprobado, en virtud de que en este momento estamos procediendo al ejercicio interno que realiza la administración de nuestro gobierno para analizar su contenido. El gobierno de la República Argentina hará llegar los comentarios que hubiere sobre la presentación en cuestión antes del mes de julio”.
Ese documento final había sido distribuido por la presidencia del Foro a las misiones permanentes de los Estados miembros de la ONU el 15 de marzo y los comentarios y observaciones estuvieron disponibles hasta el 8 de abril.
Según el Séptimo Informe sobre el progreso y los desafíos regionales de la Agenda 2030, es urgente la necesidad de acciones inmediatas para mejorar la institucionalidad y la gobernanza, así como convocar a los sectores públicos y privado y a la sociedad civil a realizar esfuerzos conjuntos.
Durante este Foro, donde participaron más de 700 personas, 180 delegados de Gobierno de 29 países miembros del Foro, 150 representantes del sistema de la ONU y 200 personas de la sociedad civil, el sector privado y sector académico, quedó clara la necesidad de redoblar los esfuerzos, movilizar recursos e implementar diferentes transiciones que aceleren el avance de la Agenda hacia el 2030 en general, y de las Metas sobre la gobernanza de la tierra, en particular.